Cuatro paredes que contienen lo que en verdad es mío
en donde no existe calor ni tampoco frío
Un pequeño escritorio, cuadrado, hecho de metal
donde realizo el duro y pesado ejercicio mental
Un sillón ancho, bajito, de negra cuerina
donde descanso y me entrego a la nicotina
Una silla de madera, sencilla, alta y rechinante
con mi escritorio los dos en sinergia constante
Una cama cómoda y fresca que a mi cansancio cega
con placer a los brazos de Morfeo me entrega
Un librero que alberga al supremo rey Saber
para mis amigos libros, gozosos amos del leer
Un teléfono viejo para con mis amigos hablar
cuando el mosquito del ocio me osa picar
Una guitarra que ríe con mis caricias
adorna mi espacio con sus notas, ¡delicias!
Una cruz yace en lo alto de mi habitación
me ilumina y me da paz con su religión
Cinco cuadros pequeños al óleo pintados
reservan muy celosos sus significados
Un closet enorme con espejos adornado
para mis ropas, mis corbatas y mi calzado
Y un trozo de barro que sueña… que escribe
que juega, que ama, que siente…que vive
en donde no existe calor ni tampoco frío
Un pequeño escritorio, cuadrado, hecho de metal
donde realizo el duro y pesado ejercicio mental
Un sillón ancho, bajito, de negra cuerina
donde descanso y me entrego a la nicotina
Una silla de madera, sencilla, alta y rechinante
con mi escritorio los dos en sinergia constante
Una cama cómoda y fresca que a mi cansancio cega
con placer a los brazos de Morfeo me entrega
Un librero que alberga al supremo rey Saber
para mis amigos libros, gozosos amos del leer
Un teléfono viejo para con mis amigos hablar
cuando el mosquito del ocio me osa picar
Una guitarra que ríe con mis caricias
adorna mi espacio con sus notas, ¡delicias!
Una cruz yace en lo alto de mi habitación
me ilumina y me da paz con su religión
Cinco cuadros pequeños al óleo pintados
reservan muy celosos sus significados
Un closet enorme con espejos adornado
para mis ropas, mis corbatas y mi calzado
Y un trozo de barro que sueña… que escribe
que juega, que ama, que siente…que vive